El cuento del monstruo de colores es uno de nuestros favoritos. Una gran ayuda para reconocer nuestras emociones y reconocerlas es un paso para llegar a gestionarlas, para alcanzar el autocontrol.
Los niños y niñas en este momento no manejan las emociones desde el cerebro racional, su lóbulo prefontral no está lo suficientemente maduro, por tanto la gestión emocional es algo muy difícil en el caso de nuestros peques, lo normal y lo satisfactorio es que afloren sus emociones, que descubran el NO es fundamental en el desarrollo de su autoconcepto personal y muy importante en la adquisición de su autonomía.
Respetando su momento evolutivo, el monstruo de colores nos ayuda a poner nombre a las emociones y a valorarlas positivamente, por difíciles que nos parezcan.